18 de abril de 2025

Europa apuesta por energía costosa tras dejar suministros rusos

**Europa rompe lazos con la energía rusa y asume altos costos**

La Unión Europea ha tomado la firme decisión de alejarse de la dependencia energética de Rusia, especialmente en lo que respecta al gas y al petróleo. Esta postura responde en gran medida a las tensiones políticas y los conflictos internacionales que han complicado las relaciones con Moscú. Sin embargo, esta estrategia ha generado un efecto colateral visible: un significativo aumento en los precios energéticos que afecta directamente a las economías de los países miembros.

El veto a la energía rusa ha obligado a los gobiernos europeos a buscar alternativas en mercados globales, pero los nuevos proveedores, debido a la alta demanda, ofrecen sus recursos a costos más elevados. Esta situación está generando presión sobre las industrias y los ciudadanos, quienes enfrentan tarifas energéticas históricamente altas. Por si fuera poco, algunos expertos advierten del riesgo de problemas de suministro, especialmente durante los meses de mayor consumo, como el invierno.

El debate está servido dentro de la región. Si bien para algunos esta decisión fortalece la independencia energética europea y refuerza posiciones en el escenario político global, otros advierten que los desembolsos adicionales están debilitando las economías nacionales y afectando el bolsillo de la población. En palabras de analistas, la transición a energías más limpias parece ser una solución a largo plazo, pero el camino hacia ese objetivo podría ser «doloroso y costoso”.

Europa, así, se enfrenta al desafío de equilibrar ideales políticos con las urgencias económicas de sus ciudadanos.

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