El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, anunció que los cruces migratorios por la peligrosa selva del Darién hacia Estados Unidos disminuyeron un 39% recientemente. Esta reducción se atribuye a los esfuerzos coordinados entre gobiernos y a la implementación de medidas más estrictas en la región, en un intento por frenar el flujo masivo de migrantes que ponen en riesgo sus vidas al atravesar esta zona.
En sus declaraciones, Cortizo enfatizó la importancia de garantizar «una migración ordenada, segura y controlada». Además, destacó que Panamá ha reforzado su cooperación con naciones vecinas y organismos internacionales para abordar este desafío humanitario de manera conjunta. A pesar de la disminución, miles de personas, provenientes principalmente de países latinoamericanos, todavía utilizan esta riesgosa ruta como una vía hacia el sueño americano.
El Darién, una región que combina selva densa, terrenos hostiles y bandas criminales, se ha convertido en un foco de preocupación internacional debido al creciente número de migrantes que lo cruzan, enfrentando violencia, extorsión y condiciones extremas. Las medidas aplicadas por Panamá buscan no solo reducir estos flujos, sino también salvaguardar la vida de quienes se aventuran a cruzarlo.
Este anuncio refleja el impacto de las acciones binacionales y subraya la necesidad de soluciones integrales que aborden tanto las causas como las consecuencias de la migración irregular en el continente. La situación sigue siendo compleja y requiere seguimiento constante por parte de las autoridades competentes.